Nombre: Duermevela
Ubicación: Argentina

viernes, octubre 13, 2006

52 Mts. y 33 Seg.

Sólo a veces, cuando me asalta tu recuerdo doblando la esquina sigo creyendo que tal vez hubiera sido posible…
Aún así no me detengo a pensar, sigo mi camino con un ayer empecinado en acompañar cada paso que doy.
Subo un escalón, estoy ya en mi domicilio, cierro la puerta con tranca y me aseguro de dejar afuera, muerta de frío, a la necesidad, enciendo la radio, busco la página del libro que estoy leyendo y ahí me quedo, me prendo un cigarrillo hasta que me gana el cansancio y me voy a la cama sin más remordimiento que el de haberte dedicado cincuenta y dos metros y treinta y tres segundos, el tiempo y la distancia exacta que tardo en llegar de la esquina a mi casa.







...

5 Comments:

Blogger Quique said...

quizá no sea malo pensarlo, quizá sea malo el contar lo que te cuesta.

sábado, octubre 14, 2006 4:59:00 a.m.  
Blogger Pau said...

Me tumbo en la cama, receando esos cincuenta y dos metros y treinta y tres segundos, y pensando que, tal vez, mañana sean un metro menos, o dos segundos más...

Las páginas de mi libro cuentan historias ya pasadas, de tiempos olvidados, y me asaltan, como enemigos a las puertas de un castillo medieval, los recuedos de cuando leíamos juntos, cada uno dos o tres párrafos, cada uno forzando acentos distintos para sorprender al otro, recuerdo, aunque más que un recuerdo es una transgresión, que el acento argentino te salía muy bien, mi madre siempre me dijo que tu sangre escondía secretos oscuros, tal vez fuera por eso...

También, tal vez, fuera por eso por lo que me pegaste aquella estúpida manía de contabilizarlo todo...
las líneas blancas de los pasos de cebra, las saltabas a la pata coja numerándolas despacio (una... dos... tes... cuatro...)
los coches de color verde que te cruzabas (uno... dos... tres... no, dos! aquel no es verde, es manzana)
los segundos que tardaba el semáforo en ecplipasar con su rojo sangre mi verde esperanza
las veces que desafinaba aquel botarate de Sabina en sus canciones, siempre dijiste que era una suerte, en este caso, que los números fueran infinitos
las latas de cerveza que llevaban los solteros en el supermercado
las palabrotas de tu jefe
la calderilla de mi bolsillo
los ladridos de los perros...

También, tal vez, y sólo tal vez, sea por eso por lo que se que cada día te dedico exactamente cincuenta y dos metros y treinta y tres segundos.
Soy consciente de mi sino y se que un día dejaré de contar, ese día te desterraré de mi memoria, ese día lo poco que tengo de tí habrá muerto, mucho después de que tu olor escapara de mis sábanas, mucho después de que al sexo le falte la "x", mucho después de que sobre espacio en mi armario... tal vez, y sólo tal vez esta sea la última noche que empieze a contar desde la esquina de casa... tal vez no necesite quinientas noches, pero tampoco necesité diez y nueve días.

sábado, octubre 14, 2006 11:39:00 p.m.  
Blogger Duermevela said...

Y si, lo que sucede es que contar lo que cuesta es una manera de no dar rienda suelta al pensamiento y dejar que éste cabalgue a su antojo... ¿mecanismo de defensa? ¿auto convencimiento? llámalo como quieras... no es más que puro cuento, de esos que pretenden tener un final digno, ya no se aspira siquiera a las perdices, esa es una mentira, o una verdad a corto plazo... ufff lo único que se pretende es aprender de nuevo a sonreír sin que empañe la sonrisa el recuerdo constante de un tal vez hubiera sido posible, Kike.

domingo, octubre 15, 2006 11:55:00 p.m.  
Blogger Duermevela said...

y al cabrón qué decir? ya todo te lo he dicho... es la continuación exacta de lo que no cuento, es el punto y seguido de la historia, es sencillamente IMPECABLE, vaya inspiración de quién me deja ver de a trocitos su lado sensible...

Ya sabes... sólo se trata de leer entre líneas

lunes, octubre 16, 2006 12:02:00 a.m.  
Blogger Duermevela said...

Siempre igual, el tiempo no cambia tu manera de decir las cosas...


Benditas sean las raras excepciones, ya sabes que tengo la costumbre de teñir los cielos de grises... y aun así sigo creyendo que no es más que una ilusión óptica... que me basta abrir los ojos para maquillar el día... TQ!

lunes, octubre 16, 2006 9:23:00 p.m.  

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