Uñas en la espalda

No nos une el amor sino el espanto le dijo ella, clavándole sus castas uñas en la espalda,

“La sangre corre con prisa por las venas cuando hay noches de luna llena”

-No logras lastimarme, sin embargo creo que te excedes un poco- le dijo él

-Cállate, o harás que no pueda yo tener hoy contigo un puto orgasmo

-Esta bien, consentiré tus caprichos, pero hasta cierto punto, si sigues doliéndome no repararé en detenerte, entendido?

Y poseída por el dios de los pecados arrancó a jirones su piel mientras se hundía en su sexo, sedienta y ávida como si hubiese sido exorcizada por el maleficio de los demonios…

Estalló en un grito de loba en celo, se vistió y sin mirarlo siquiera… le dijo…

- Ahora ve y explícale a tu amante quien es la mujer que se acuesta contigo.

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