Huellas en el Pavimento

Nombre: Duermevela
Ubicación: Argentina

miércoles, febrero 21, 2007

Arrebato

Bisectriz, paralelas que se salvan
de un naufragio, hay un mar en medio,
una tierra, una lengua, unas horas…
La espera desespera ¡como es sabido!
Nos atrevemos a nada,
sin querer evitar lo inevitable.
Vehemencia! Arden las ganas,
maúlla un pez en el desierto,
demencia que no se vuelve loca

Y sin embargo…

pierde la calma.

El calendario es un bandido,
sucumbe la llama pero no se extingue!
reapareces y me dejo llevar
por el vaivén de unos labios
que no son míos!

Y sin embargo…

me pertenecen.

Sujétame! Suéltame!
Quédate conmigo! mientras
te ríes por lo bajo yo te observo sin reparo.
el deseo despierta de su somnolencia
invitándonos al desespero.
Miénteme que no es cierto!
y yo difamaré mis verdades,
Atrévete a rasguñarme la piel
sin que el alma me sangre,
vuélcate entero sobre mis ansias
y hazme tuya en este preciso
instante donde me abandono
a la suerte de tus instintos.






...

miércoles, febrero 14, 2007

Incoherencias bajo el agua

Buceo en este mar atestado de dudas,
Ato cabos, desato una a una las cadenas,
Sujeta estoy a este castillo de arena,
ando arropada de una verdad desnuda.

Me refriego los mil sentimientos,
contradicciones, paleta de colores,
posibles carencias y temblores
que me atropellan cuando no miento.

Y somos nadie y algunos y todos
nos miramos más allá de este entuerto,
no es cierta la certeza de este incierto
de echarte de menos hasta por los codos.

Yo me callo, vos decís y a la inversa,
Incoherencias bajo el vaivén del agua,
el secreto que guarda sigilosa mi enagua
es igual que tu tórrido grito y viceversa.






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(Ilustración Nadia Jancovic)

jueves, febrero 08, 2007

Shhhhh

Cállate! Vete y déjame sola
guiñándole la espalda al ocaso,
cuelga tu nombre del cielo raso
un silencio que no se pregona.

Laberintos de inútiles negruras
aúllan en el décimo asiento
de un acorde descolorido, viento
del noroeste advierte la locura.

La ausencia se desparrama sobre mi
cuerpo, demencia y desvarío!
paz que no encuentra sosiego sin ti.

Me vuelco sobre el rincón insolente
de recuerdos empapados de hastío
sin poder quitarte de mi mente.





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