En demasía
Por qué lo haces? Anda dime, sincérate, deja de dar vueltas a la noria que acabas mareándome a mi, por qué? Tan importante te crees, tan indispensable, tan seguro estás que no me iré de tu lado… la vida da vueltas, afortunadamente no detengo el andar aunque a veces parezca que me quedo anclada a tu puerto, no! Me importas tanto como imaginas, sin embargo yo no soy la herencia de un testamento, no hay nada que acredite que me tendrás de por vida… nada nos pertenece… somos sólo vagabundos, nómadas, aire, fuego, palabras al viento, un cuerpo que siente o no, unos ojos que miran o se ciegan, unas manos que así como un día reconocieron cada centímetro de tu piel puede que mañana otro alguien venga a desdibujar las huellas digitales de mis dedos…
Siempre me he creído cobarde y hoy me he dado cuenta que me pasé la vida arriesgando, luchando contra molinos de viento, rescatándome a mi misma para no naufragar en los mares bravíos del infierno, creía que era débil hasta que me miré desnuda y descubrí que no hay muecas que indiquen golpes, hay, si, algunas cicatrices esas que no se borran, ésas que están ahí perpetuas porque un día decidiste actuar por puro instinto, creía que jamás sería capaz de escribir una poesía dedicada hasta que le perdí el miedo al miedo, hice trenzas, pacté con el demonio, preparé pócimas para aliviar dolores, me reventé de envidia, te lloré, a vos, a él, inventé excusas, improvisé coartadas, fui juez y parte de un juego perverso, perdí más de lo que gané, naturalmente cuando uno apuesta hasta la vida olvida la posibilidad de un fracaso y bendita sea esa falta de razón que a veces nos gobierna, sino seríamos entes estáticos condenados a ser estatuas de cemento en una plaza de barrio… me quebré mil veces y me seguiré quebrando pero nadie va a impedirme a mi que yo defienda mis ideales, mi derecho a estar viva aunque muera cada día, me burlé cuanto pude del olvido, me humillé con la frente en alto, perdí la dignidad y el respeto, recuperé parte de mi vanidad un día cuando al mirarme al espejo me dije… Oye eres idiota o te haces?, no lo sé… soy y me hago, supongo, todo es tan relativo… puedo perturbar ahora mismo tu tranquilidad y reírme a carcajadas como una loca que anda sola bajo la lluvia, puedo tirarme a la cama y no salirme de ese estado llamado melancolía que te consume por dentro como un cáncer… Puedo y no quiero, me hamaco en ese vaivén, el vértigo, el abismo, la posible caída me incitan a desafiarme, también sucede que me canso, que es tarde ya para desandar los caminos, que el hoy es ahora, que no se me antoja repetirte una y mil veces las verdades, o me las crees o puedes irte ahora mismo al carajo… que te quiero ya lo sabes, quizá mañana sea tarde…y ahora ya basta que me asaltaron unas malditas ganas de llorar… una vez más…
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